viernes, 29 de marzo de 2013

Capítulo 17 - Punto de partida, Holanda.

Aquí empezó esta segunda parte de mi blog, y aquí regresa, a Frisland, la región del norte de Holanda donde no echaré de menos las vacas frisonas gallegas.
La toma de contacto en la primera semana no ha estado nada mal, más proyectos, más innovación, más biogas y renovables, más gente joven en mi departamento de Investigación & Desarrollo, una pena que la mayoría de ellos estén con contrato de prácticas, como el que yo tenía, y que acaben su estancia en un par de meses, esperemos que los que vengan traigan el mismo buen ambiente. 
Se empiezan a ver los resultados del trabajo que hice en Inglaterra, ya que esta semana una planta igual a la que manejé en Poundbury ha sido vendida a una compañía sueca con la que tuvimos dos reuniones en Inglaterra, y se pondrá en marcha en noviembre, quien sabe si será el próximo destino. Y a la espera seguimos de la venta de incluso hasta 3 plantas más a SGN (la compañía gasera Británica con la que trabajé en Inglaterra) Que en cuanto al tema laboral no hay ninguna queja, además de tener un horario más asequible al que se realiza en planta.
En cuanto al modo de vida. . ., como en Inglaterra, más campiña, ahora con molinos y polders de por de medio y aún haciéndome a los Países Bajos y a vivir bajo el nivel del mar. Pero de momento lo que más me ha gustado es estar a sólo dos horas de la siempre curiosa y pintoresca Amsterdam y poder volver a encontrarme con mi gran amiga Bea, que no veía desde hace tres años, una alegría enorme poder volver a reunirme siempre con viej@s amig@s por el mundo adelante y más si te hacen sentirte como en casa y son tan magnífic@s anfitrion@s como Bea, a la que quiero un montón, gracias por todo, nos vemos pronto.

Primera impresión de Holanda: 8 sobre 10 

Capítulo 16 - Misión Cumplida


Y así como quien no quiere la cosa pasaron 5meses y mi periplo por Inglaterra llegó a su fin.

Vivir en Inglaterra es algo que siempre es bienvenido y más si, por una vez, la zona en la que estoy dispone de buenos productos para no echar tanto de menos la dieta mediterránea, a destacar toda la caza de la que pude disfrutar: Gamo, pato, codorniz, faisán, ciervo, becacinas? muy ricas, por cierto.

El trabajo. . ., no me quejo porque, como me quejase lo habría dejado hace tiempo, pero muy buen ambiente y la posibilidad de aprender sobre las nuevas tecnologías relacionadas con las energías renovables a nivel experto me hicieron darlo todo por sacar el proyecto adelante, con la recompensa final de renovación del contrato por un año trabajando desde la oficina central en Holanda.

De los días en Inglaterra, echaré de menos. . . "el no disponer de un jefe directo" :P , el compartir oficina con un equipo reducido, joven, y en el que todos empujábamos en la misma dirección, todos aprendíamos del que teníamos al lado y todos buscábamos el mismo objetivo (el chocolate!) no, es broma, bueno, no del todo, porque el día que llega un buen cargamento de chocolate para el fermentador el paso previo por la oficina no se lo quitaba nadie.

Compartir reuniones con empresas de Suecia, Alemania, Italia, Irlanda, Noruega, Francia y todo el Reino Unido me han dado la confianza para defender nuestro proyecto sin dudar ante cualquier pregunta, aún cuando no sabía las respuestas.

Trabajar con ingenieros de un nivel altísimo de diversas compañías, me ha servido de más que cualquier clase maestra en las mejores universidades del mundo, incluidas visitas de la Comisión Europea de la Energía, así como de los ingenieros del Ministerio de Energía y Cambio Climático del Reino Unido.

La otra parte de la recompensa es que gracias al esfuerzo y al trabajo, hemos sido nominados al mejor proyecto medioambiental en el Reino Unido, ofrecido por el gobierno. Premios en los que participan grandes compañías internacionales, y también tengo que decirlo, el 50% de ese premio, en caso de ganarlo, pertenece a quienes hemos realizado jornadas de 12-13-14-15 horas en un día normal. . .y hasta en una ocasión de 26 horas, con sábados y domingos sin parar. Y aunque el día que entreguen los premios (si ganamos) yo no esté en Birmingham para recogerlo, bien sabrá el que lo reciba, por mi empresa, la parte que le toca a cada uno en Inglaterra. Los que dimos todo por hacer este proyecto realidad (por hacer un mundo más sostenible)

Spyros Iliakis (Grecia)  William Irwin (Irlanda del Norte) y  el que aquí escribe (España) 
Gracias chavales!! Nos vemos a finales de abril, espero que con un premio debajo del brazo para poder regresar a Holanda y decir "Misión Cumplida"

http://www.sustainabilitylive.com/Content/2013-Environment-and-Energy-Awards-Finalists/8_34/

viernes, 8 de marzo de 2013

Capítulo 15 - El otro Londres

Dentro de una ciudad con tanto siempre queda algo por ver, los rincones que no salen en las guías TOP10 o en los lugares más turísticos y visitados de la ciudad, ese Londres también existe, y siempre hay que hacer un hueco para conocerlo.

Siempre esta bien echar un ojo a algún que otro pub original y curioso aunque a veces las referencias no reflejen lo que al final se encuentra. El viernes fui con mi amiga Marta al Calooh Callay, un pub que intenta representar con una decoración cuanto menos curiosa uno de esos lugares que durante la ley seca escondían: Tras una pared falsa, un doble fondo o como en este caso, un armario; un bar de copas de lo más cool. . .. En este, lo único a resaltar, a parte de estar hasta arriba, fue su curiosa entrada a la parte de atrás a través de un armario al más puro estilo principios del S.XX y el gusto por una buena copa -en una carta enorme que simulaba un pantone de los colores de los cocktails- ( Bombay Saphire, licor de membrillo, zumo de manzana y lima, y sirope de zanahoria, para Marta) y (Scotch Wishky con té negro y Briottet de melocotón para mi).
Pero no quedó todo ahí, y pasamos a hacer una visita por el Whistling Shop, uno pub con un sabor y estilo más Londinense. Unas escaleras bajan a un sótano donde perfectamente en la dorada época Victoriana cualquier asesinato de Jack el destripador podría haber tenido lugar, más incluso teniendo en cuenta que esta situado bastante cerca del barrio donde el famoso asesino cometió sus crímenes. Este habría sido el local de copas de moda a finales del S.XIX. En una especie de laboratorio se realizan las copas más modernas, de donde se puede probar la ginebra de destilación propia, así como cerveza casera, un piano o una gran librería le dan al sitio un toque perfecto para pasar un buen rato. Curioso el momento de la cuenta cuando te la traen dentro de un libro antiguo, bien una novela de Dickens o de Mary Shelley.
El sábado decidí darme una vuelta por el barrio de Chelsea, perderme un poco entre las magnificas casas y parques de la zona y llegar hasta Belgrave Square donde la diplomacia mundial reúne sus impresionantes embajadas y consulados: Alemania, España, Brunei, Serbia, Hungria, Bolivia, Leshoto, Ghana, Portugal, Malasya, Trinidad & Tobago, Costa de Marfil . . .

Y tras un paseo por uno de los barrios más elegantes de la ciudad me acerqué a la Saatchi Galery, promovida por el magnate de la publicidad Charles Saatchi y tras distintas ubicaciones, se encuentra ahora en los cuarteles del Duque de York, en una curiosa plaza, donde los sábados por la mañana se monta un pequeño mercado de productos del campo con los típicos stands de toldos a rayas y comerciantes de mandil vendiendo quesos, verduras, mermeladas, tartaletas. . .
Dentro de la Saatchi siempre se puede encontrar algo que no te dejará indiferente, bien sea por el sensacionalismo del modernismo de sus obras y/o por el buen gusto, originalidad y arte de otras muchas. Esta vez una muestra de distintos artistas contemporáneos rusos abarcaba desde fotografía a escultura (curiosa y muy buena, la obra "Lenin conoce a Giacometti. . .

. . .pasando por pintura y montajes surrealistas como una capa de aceite sobre el suelo de una habitación que convertía el reflejo de la misma en una ilusión óptica que conseguía engañar a la vista, pero no al olfato al percibir que la profundidad de la habitación se acababa exactamente donde empezaba el aceite, que el ojo no acertaba a ver, una forma de percibir arte a  través de los sentidos, una sorpresa escondida dentro de una gran galería.

Por la tarde, en un paseo por Covent Garden me aventuré a descubrir la Neal´s Yard, una curiosa manzana que a su vez se divide en otras sietes formando una planta similar a la de la bandera del Reino Unido, confluyendo las siete calles en una plaza en el centro del plano, cada triangulo esta lleno de tiendas curiosas de moda, arte, diseño, y en una de ellas puedes encontrar un curioso patio interior lleno de plantas y colorido, un rincón cuanto menos original dentro de la gran ciudad.
Seguramente aún queden muchos más sitios por descubrir en las orillas del Támesis pero siempre hay que dejar algo que ver, la próxima vez será.

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