martes, 29 de noviembre de 2011

Capítulo 20 - Rio de la Plata

Una de las ventajas de tener que ir a analizar el agua del sucio Rio de la Plata en distintos puntos de su delta es que en ciertas ocasiones tienes acceso a lugares a los que no cualquier persona puede acceder.
Algunos de esos lugares no son muy agradables, como aquellos en los que te encuentras una pobre tortuga de cuello largo luchando por respirar entre una increíble cantidad de sedimentos, que se acumulan en las desembocaduras de las salidas de residuos de una ciudad en la que conviven millones de personas y cuyas plantas de tratamientos de residuos son mínimas. En otros también puedes encontrar como un agua de color violáceo nos muestra cual será el color de moda en la próxima temporada en Buenos Aires, pues las industrias textiles vierten en ciertos puntos los restos de los colorantes que utilizan en sus tejidos.

Pero al final de una mañana calurosa también hay tiempo para acceder a sitios como el Club de Pescadores, un edificio de principios del siglo XX estilo inglés al cual sólo se tiene acceso con autorización y en el que caminar por su muelle es toda una experiencia, de madera y con más de medio kilometro de largo en el se pueden ver decenas de pescadores(socios del club) pescando todo tipo de peces, incluso doradas de casi 10kg como la que pescó uno de ellos justo en el momento en el que accedíamos a analizar el agua en ese punto.

Así que dentro de todos los deshechos que pueden encontrarse en las desembocaduras de los arroyos de la ciudad, también hay momentos para ver que el Rio de la Plata es tan inmenso y caudaloso que puede contrarrestar dicha contaminación y reservar un espacio para la vida animal, pues desde hace años se vienen midiendo los distintos niveles de contaminación en el rio, y tras los análisis de este año hemos visto que aunque estos niveles no han decrecido por suerte tampoco han aumentado, señal de que algo se esta haciendo para controlar la salud del rio y el mar.
Y mientras nosotros disfrutando de la vista del gran Buenos Aires.

Capítulo 19 - De parques y jardines

Quizás de una de las cosas de las que más pueda presumir Buenos Aires es de sus espacios verdes, también es verdad que hay tantísima gente y cohes en la ciudad que no son suficientes, pero mientras se soluciona esto hay que decir que los parques y jardines de los que dispone son geniales.
El primero de todos, el de las Naciones Unidas, lo conocí con mi amiga Belén dando un paseo enorme por Buenos Aires, el de Palermo, con sus lagos, también lo atravesamos aquel día y pasamos cerca del Jardín Japones y del Puente Griego, ambos cerrados a aquellas de un día de agosto en el que el invierno iba dando sus últimos coletazos.

A día de hoy y con la primavera en su máximo esplendor, ya he ido descubriendo otros cuantos, como el Jardín Botánico, o el lago del Planetario y su fiesta de la Luna cada noche que hay Luna llena con sus hogueras y las danzas tribales con la que la gente acompaña los tambores, mientras Beatricce, Belén y yo nos tomamos una cerveza.
Al Jardín Japones he ido hoy pero estaba hasta arriba de gente (volveré) al Puente Griego también he ido, y aunque no deja de ser un puente para que se fotografíen las parejas, nos da paso a unos jardines increíbles cuidados como los de Versalles pero animados como los de Central Park, para que los disfrute todo el mundo.
Sin duda mi favorito es el lago de Palermo, todo tipo de gente haciendo de todo, desde sesiones de artes marciales y yoga en sus jardines, hasta skate, patines, fútbol, tomar el sol mientras lees, voley, un parque para todo, y en el que puedes disfrutar de un circuito tranquilo alrededor del algo donde puedes correr sin problema, pues aunque haya cientos de personas todo el mundo respeta su espacio, bueno en algún momento siempre hay que esquivar a algún patinador principiante pero nada grave. Es el lugar para pasar un rato tranquilo durante la semana e incluso si vas de paseo puedes pararte a tomar en uno de sus carros un auténtico choripan al estilo porteño, un lujo al alcance de todos, jaja!!
Es digno de mención en los jardines Bonaerense la gran cantidad de esculturas y menciones a personajes famosos de la historia, libertadores, escritores, políticos, científicos, y claro entre tanto personaje siempre encuentras de repente un lugar para la morriña.
Es lo que tienen los parques de Buenos Aires nunca dejan de sorprenderte.

Capítulo 18 - Obelisco

Al primer lugar que fui en mi aventura Argentina fue al obelisco.

Era sábado y Buenos Aires estaba vacío pues el lunes era festivo y no había nadie en la ciudad, así que pensé que ir a ver el obelisco no era mala idea, y era cierto, en la 9 de Julio no había un alma, ni un coche; nadie, nadie en el lugar en el que se inician todas las concentraciones, manifestaciones, eventos y demás;desde la celebración de un título hasta una manifestación obrera pasando por la celebración de la reelección de Cristina como presidenta del país.

Ahora tras sufrir su tráfico, su bullicio, y la velocidad a la que pasa la vida en ese punto de la ciudad me hace verlo con otros ojos, pero el primer día que fui me encantó, me quedé con aquel, como el primer momento de esta aventura y hoy le dedico este momento a quienes en 1812 izaron por primera vez la bandera Argentina en este lugar.

Con el majestuoso mural que representa a Evita Perón (en uno de sus discursos) en la fachada del gran edificio al fondo de la calle, con sus 16 carriles, con sus bulevares y sus enormes anuncios, con su mástil y su bandera.

La Plaza de la República como así se llama en realidad (a la plaza del obelisco) es cortada por la Calle Corrientes, donde Gardel cantó tango por primera vez.

Corrientes calle de vicios
donde ilusa marchité mi juventud.
Entre el brillo de tus luces esplendentes,
mareada y sonriente, perdí mi juventud.

Y aquí os dejo lo que exactamente vi, pero que tantas, tantísimas horas me ha llevado plasmar en mi estilo y en 80X40cm, la Plaza del Obelisco de la Avda 9 de Julio,

jueves, 24 de noviembre de 2011

Capítulo 17 - Buen@s AiRTES

Farola en Plaza Mayo


Cada ciudad tiene un rincón, una encuadre, un detalle que merece tener su instante, como si de una fotografía se tratase pero sin la sensación de haberse quedado parada en el tiempo, y cada vez que encuentro ese momento hay algo que me dice, este es!

En Buenos Aires por suerte están apareciendo bastantes detalles y el sol de la terraza ánima a trazar lineas y más lineas con lápiz, durante horas, que se convierten en una tela de araña en la que tengo que descubrir con calma cuales pasar y cuales no a tinta, y es que cada uno tiene una forma de dibujar, la mía es un poco un caos inicial del que salen al final los momentos que quiero como me gustan, en estilo cómic o novela gráfica.

Aquí dejo algunos de estos momentos y detalles que me han cautivado de momento en Buenos Aires:
El café "El último beso" en mi querido Palermo SOHO


El patio de los Ezeiza en San Telmo


La torre del Cabildo en Plaza Mayo

Y por conflictos con blogspot, la panorámica del obelisco no la he podido subir, tendré que cambiar el tamaño o el formato para poder subirla en el próximo post, sorry.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Capítulo 16 - Casa Rosada - San Telmo


Gracias a la suerte de haber venido a Buenos Aires en el bicentenario de la independencia de Argentina he tenido el placer de poder visitar la Casa del Gobierno.

Rosada porque en ella pueden convivir las dos ideologías mayoritarias existentes en el país representadas por los colores blanco y rojo, y esta tonalidad se cuenta que la obtuvieron rebajando sangre de buey con agua.

El interior aún en restauración, en ciertas partes, tras los bombardeos de la Plaza de Mayo en 1955 esta recuperando la imagen de los años de esplendor del país.

Un paseo por salas de reuniones, salones de encuentro con lideres mundiales y populares y el despacho de la presidencia que acaba de renovar cargo para otros cuatro años, en los que incomprensiblemente seguirá yendo de su casa a la Casa del Gobierno en helicóptero, cosas del poder, jaja!!

Pero lo que realmente merece la pena es visitar aquellos lugares desde dónde ciertos lideres intentaron cambiar un país a mejor, y desde donde otros lo único que consiguieron fue formar parte de la historia negra de la política, en uno de esos capítulos para olvidar de la política Sudaméricana.

Y es precisamente eso lo que más me gustó, aprender y llenarme de esta tierra, y visitar muy poco a poco (para sin prisas que no se me pase nada) los lugares de "Mi Buenos Aires querido".

Tras la visita al edificio de la presidencia, fuimos a conocer el barrio de San Telmo y su mercado (Calle Defensa) metros y metros de puestos con recuerdos típicos y curiosidades, algún que otro grupo de música callejera dando vida al mercadillo y a medida que se avanza, tiendas de antigüedades, y en la placita Dorrego parejas de tango peculiares dan ambiente al lugar.

Fachadas que en su día albergaban casa señoriales ahora esconden patios con sabor, como el de la Casa de los Ezeiza, que con su suelo ajedrezado y sus locales peculiares, tiendas, bares/restaurantes y su atmósfera bohemia lo convierten en un lugar tranquilo dentro del caos de gente que es la calle del mercado siempre abarrotado y lleno de vida.
En definitiva un barrio genial con el gusto de la vida del auténtico Buenos Aires y que es un placer disfrutar en buena compañía.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Capítulo 15 - Entre libros!!


Bueno, ya tiempo sin escribir nada, y es que tenia que hacer recopilación de vivencias para volver a dar señales de vida por el blog, pero aquí estoy de vuelta y esta vez. . . con libros y más.

Y os voy a contar hoy un poco del misterio de los libros mientras con una cervecita tomo el sol desde la terraza de mi casa desde la que diviso la paz de Buenos Aires desde lo alto.

Siglo XXI, tablets, kindles, el fin de los libros en el mundo civilizado!? O el inicio de las ideas originales para no dejar morir los libros!?

En Palermo SOHO (mi barrio) lo segundo, ideas y combinación de arte y cultura, pero cómo!? Muy fácil con lugares como el Dain, una especie de todo en uno: Liberia con buen gusto, espacio y sabor, estanterías blancas y espaciosas, escaleras de caracol a una segunda planta balconada para poder contemplar como abajo entre el conocimiento ves una sala en la que de vez en cuando hay recitales, presentaciones de libros, exposiciones de las que puedes disfrutar mientras tomas un vino o degustas un buen mate, eso sin contar la estrella del local, una terraza de madera oscura con sofas blancos, un auténtico lujo, mi rincón favorito de Buenos Aires. Un pero!? Cierra a las 21h!!
Pero hay más, y siempre en SOHO, la curiosa vinobiblioteca(de cuyo nombre no puedo acordarme pero aquí os muestro) un espacio que roza la elegancia suprema en todos sus detalles,
desde la limitada pero bien escogida galeria de libros de la que dispone hasta su gusto por el amor al mundo del vino, un sitio diez. Un pero!? Con una par de mesas para degustar un vinejo y unas olivillas rozaria la perfección, aún así otro 10.
Y entre estos rincones tan chick, un clásico, una libreria como las de antaño abierta de puertas a todo el mundo sin sibaritismos, ventanas balconadas abiertas y montañas de clásicos de la literatura, libros de segunda mano, y un librero que seguramente se sepa todos los premios Cervantes, Nobel, Pulltzer del primero al último sin excepción así como sus obras, así como los griegos, los rusos y todos los grandes movimientos literarios de la historia.
Y todo esto sin casi salir de casa, en la siguiente cuadra, un poco más allá y en la plaza que sigue, son las tres mejores librerias de la ciudad de largo, no por la calidad si no por el gusto, el ingenio y las ideas con las que fueron concebidas.

Mañana, la Casa Rosada