No se es Holandés hasta que das pedales, hasta que te levantas por la mañana con un sol tremendo, pero sabes que los guantes te harán falta igual, porque el viento va a seguir siendo el mismo sea la época del año que sea y en la bici se te van a helar las manos.
Pero para convertirse en Holandés hay que hacer un camino. . .
. . .hay que hacer un camino en el que primero hay una bici vieja, una bici a la que se el quita la cadena cada 100 metros, o una que parecía mejor que la anterior pero se le pincha la rueda de atrás cuando aún estas a 10km de tú destino, la misma que cuando quieres arreglar, no te acuerdas donde iban los últimos tornillos, pues tiene un diseño tan antiguo que nunca has liado con ese tipo de piezas.
Y mientras tanto te dices a ti mismo, me tengo que comprar una bici, y entonces empiezas a buscar bicis chulas y ves que en este país la demanda hace que en la oferta de bicis nuevas ninguna se encuentra dentro de tu presupuesto, y lo que vas buscando empieza a cambiar hasta algo más asequible, durante este tiempo también vas descubriendo que igual se convierta en algo más importante el candado que usas que la bici, si quieres que esta te dure, una imagen muy típica es una bici para el arrastre con un candado que ni McGiver abriría, al fin y al cabo es una bici, y sirve, el resto no importa.
La suerte de vivir en una zona del país tan tranquila es que la preocupación por el riesgo a que te roben la bici no es ni mucho menos el mismo que en las ciudades como Amsterdam, donde a cada ciudadano le roban la bici una vez al año de media. Así que me decidí a buscar algo que realmente me gustase, algo bueno, bonito y. . . bueno y bonito sería suficiente porque con lo que estaba encontrando...
Pero descubrí entonces la venta de segunda mano de bicis, un mundo increíble donde encuentras todo y más sobre el mundo de la bici, algo a lo que no estamos acostumbrados en España, pero que aquí es como funciona el mundo de la bici, así que tras visitas a Groningen para copiar posibles ideas en una de las mejores tiendas de Holanda en cuanto a diseño de bicicletas, pensé e hacerme con un buen cuadro de segunda mano a poder ser a medo equipar y convertirla en mi fiets, pero tanta búsqueda dio su fruto, y finalmente aquí esta:
Una Defiksie piñon fijo, con cuadro alto de 60cm y llantas de 28", sencilla, clásica, sin colores eclípticos estilo años 80, y a buen precio, bueno y tanto. La suerte de encontrar en el pequeño pueblo de Sneek, a 10 minutos de mi casa, a un Holandés que simplemente quería deshacerse de ella tras un año en su poder, una suerte pues es muy difícil encontrar una piñon fijo en el norte de Holanda alejado de las grandes ciudades. Ahora pensando en darle un toque más clásico cambiándole sillín y manetas por unas de cuero marrón, pero de momento se queda como está.
Así que al final tras dos meses de búsqueda ya puedo decir que soy Holandés, y un poco hipster también, jaja!! Esta tarde he salido a pillarle el truco al piñon fijo, llevará su tiempo, pero de momento encantado.
2 comentarios:
Jajajaja muy de hipster la bici, pero muy chula.
Te leo, ¡un abrazo desde el sur de España!
Vamos, demuestra que naciste en el país de Indurain !!! jajaja
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