sábado, 5 de mayo de 2012

Capítulo 46 - El día en el que conocí a un grande

En realidad este artículo iba a titularse "Un día en la feria del libro" decidí cambiarlo a medida que sucedían los acontecimientos.
Mi agenda cultural se estaba estancando en las últimas semanas, y la Feria del Libro estaba teniendo lugar en Buenos Aires, era una cita que no podía perderme, pero necesitaba poner tantas cosas al día que lo veía como algo imposible, pero encontré un hueco en la tarde de ayer, así que pensé que de 18 a 20h podría hacer una visitilla antes de mudarme a la nueva casa y acercarme un rato por la feria. Una suerte que de lunes a viernes con el carnet de la universidad sea gratis, así que entré sin hacer colas ni esperas.
Al entrar un recinto equivalente como a dos o tres campos de fútbol da la bienvenida con stands de todas las provincias de Buenos Aires promocionando su cultura a través de los libros y las guías turísticas.

Una vez pasado este recinto se accede a través de un pasillo cubierto desde el que se puede contemplar el patio de caballos de "La Rural" (el lugar donde se realizan este tipo de eventos y ferias de todo tipo) hasta entrar en una nave de 45000 metros cuadrados, el cual se dividía en 4 secciones: verde, roja, amarilla y azul, (cada una de ellas con 600 stands aproximadamente) y donde el mundo del libro hace que te pierdas durante horas, si lo necesitas.

Mi idea era dar una vuelta, encontrar curiosidades, leer mucha contraportada, encontrar algún chollo, y probablemente no comprar nada, ya que al final los libros son peso, pero mi maleta no da para mucho más y mi tiempo libre para leer ya esta ocupado por dos libros ahora mismo, así que llenarme un poco de conocimiento, pasar la tarde y hacer la maleta para mudarme.
Pero tras miles de personas y stands de: Cómics, arte, derecho (y más derecho), libros de autoayuda, bienestar, filosofía, pedagogía, psicología , y todas las -ías que tanto les gustan en Argentina, y por supuesto fútbol, cine, novelas de moda, sagas fantásticas y demás, encontré una cola, que como muchas otras a lo largo de la feria llevaba al escritor de turno del stand, pero esta cola me llamo la atención, porque no se movía, el autor aún no había llegado y ya se veía serpentear entre la gente desde lo lejos, así que curioso de mi me acerqué a ver quien era esta vez el elegido, cuando empecé a atisbar un cartel al fondo en el que se podía leer:
     Esta tarde firma Q. . . (una cabeza por en medio, perdón) Esta tarde firma Quino.

-Qué!! Quino, la feria del libro lleva abierta tres semanas, y el único día que vengo y de casualidad viene Quino a firmar!? Increíble.

Como era de esperar no tenía un libro de Mafalda o una de sus historias críticas y atemporales a mano, así que busque el stand donde nada más entrar había visto que tenían los libros de Mafalda, me recorrí media feria en la otra dirección, me quedé con el número del stand en el que firmaba y regresé lo más rápido posible con el Nº 1 de Mafalda, y tras casi una hora de cola y poner un límite de gente al ver que la se les iba de las manos, conseguí saludar y dar las gracias por sus tan buenas historias, al más grande de la literatura Argentina, un Quino entrañable que a sus casi 80 años sigue haciendonos reír y recapacitar sobre las injusticias del mundo. Todo un honor "El día en el que conocí a un grande"
Pero si creíais que la cosa acababa ahí, esto no fue todo,  mientras esperaba a saludar a Quino, alguien se acerco a saludarlo cuando de repente me di cuenta de que era . . . Eduardo Blanco, no sabéis quien es verdad? Pues es el actor argentino que en "El hijo de la novia" es el amigo del hijo de la novia y se hace pasar por cura en la boda "de la novia". Bueno, así que cuando me despedí del gran Quino salí corriendo a buscarle por los pasillos de las casetas, y lo encontré en medio de una muchedumbre que no estaba allí por él si no que se arremolinaba en torno a otro stand de firmas donde estaba el exjugador de Boca Junior y también Villareal Martín Palermo, así que a él le hizo bastante ilusión que yo me quisiera hacer una foto con él y hubiese reconocido de quien se trataba. Tras lo cual también me paré por un instante a ver el revuelo formado en torno al goleador Xeneize que firmaba libros y camisetas que algún fan le lanzaba desde el bullicio. 
Y tras esto, como ya se me hacia tarde, no me paré a ver is me encontraba con alguna celebridad más, pues  maletas por hacer y un mudanza me esperaba en casa y mi visita de 18 a 20h se había convertido en 20:40h, así que corriendo a casa que por hoy ya llegó, no!? Pues un plan de viernes cultural se acabó convirtiendo en una aventura, jaja!!

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