Allá por Octubre de 2013 deje un post con nombre “Una bici vieja” con un
futuro prometedor que pensabais que no llegaría. . ., incrédulos!! No me había olvidado, pero es que las cosas
bien hechas llevan su tiempo, y para muestra.
. .
Aquel cuadro de la vieja Batavus ya
ha empezado su transformación.
Tenía clarísimo cual iba a ser la idea del diseño a seguir, imprevistos e
ideas originales de última hora estaban también en el plan y de ahí que aquella
bicicleta sumida en el olvido este renaciendo como una obra de arte. . .
. . . y es que de ahí, de donde saqué la
inspiración para esta maravilla, del país en el que he estado viviendo desde
Marzo y del más grande de sus artistas, Rembrandt Van Rijn y la idea de cómo sería la
bici que él montaría si viviera en esta época? Sobre qué ruedas viajaría, con
lienzos bajo el brazo, y pinceles en la boca, a toda prisa para entregar sus
obras a última hora como acostumbraba? Pues para mí sería esta. . .
. . .un cuadro Holandés, sencillo y clásico, que sólo no dice nada; lo sé,
a mí me paso lo mismo al verlo (-Qué color de m. . . has elegido?)
Pero como dije antes “ideas originales de última hora estaban en el plan” y
en mi cabeza seguía existiendo la idea de que, con el contraste y los toques de
brillo (en las piezas adecuadas) haría que todo cambiase y ganase en expresión,
transmitiendo más poder y sentimientos. De ahí vino la idea de la horquilla
cromada que haría juego con el resto de piezas que influirían en el cuadro,
dando un resultado, en mi opinión brillante, sin romper nunca la línea original
del diseño que pensé desde el principio.
Otro punto clave eran las influencias de la época, venidas de España e
Italia:
Presentes en los clips Cinnelli y sus correas de cuero.
De Inglaterra:
En la viela BLB, llegada de Londres.
Y la elegancia suprema y diseño de una pieza, que ella sola podría estar un
museo, como es. . . el sillín Brooks Cambium C17, una pieza exclusiva, de
edición limitada numerada y realizada en algodón y goma sobre una estructura
vulcanizada para una durabilidad, resistencia y confort máximo (capricho que ha
sido posible gracias a las horas y horas de trabajo extra en la planta de
Inglaterra)
Y por último, con la licencia que me di de ponerle unos pedales MKS de
Japón (como signo de la influencia que tuvo el Oriente Asiático en la cultura
Holandesa durante su siglo de oro, el siglo XVII).
Todo pensado hasta el mínimo detalle.
Pero, igual que Rembrandt en su día se retrasaba siempre en la entrega de
sus proyectos, por lo que fuera, también yo me retrasaré un poco en volver a
poner la segunda parte de este trabajo, que cada vez está más cerca de ver la
luz, pero ciertas partes aún están por llegar, así que con un poco de paciencia
todo llegará.
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